Karen Ortiz Carpio (México, 1991) Es Licenciada en Diseño Gráfico egresada de la UAM y Maestra en Diseño Gráfico e Ilustración. El estar en agencias de publicidad le ha brindado la oportunidad de diseñar para Bioparque, Tepetongo, La Feria, MSD Pet Fan, Coronado, por mencionar algunas. Su trabajo ha sido expuesto en Centro Cultural México Contemporáneo, El circo volador, Faro de Oriente y Museo Casa Morelos. Como plan a futuro quiere dar a conocer su gran proyecto: La Mexicaneta.
Karen, muchísimas gracias por tu tiempo. ¿Estás lista?, comencemos…
¿Cómo fue que incursionaste en el diseño?
A decir verdad, nací con esta habilidad. Desde una edad temprana buscaba diferentes pretextos para mostrar mis actitudes creativas. En la secundaria yo quería ser arquitecta, después descubrí la publicidad y quería ser publicista, no fue hasta la preparatoria que conocí el Diseño Gráfico, ¡¡No me lo vas a creer!! , pero no sabía de su existencia. Vi las dimensiones que tiene y decidí que esa era mi motivo de vivir y manifestar mis ideas al mundo.
¿A qué edad empezaste a dibujar?
Tendría 4 o 5 años. Recuerdo que mis compañeros me pedían dibujos y yo los ayudaba a mejorar. Les daba asesorías, jajajaja, les decía: ¡¡No, así no se hace!! , se hace así, casi siempre terminaba dibujando yo, jajajajaja.
Ellos me impulsaban, me decían: ¡¡Órale!! , cuando veían el dibujo completo. Recuerdo que en reuniones familiares, por petición o iniciativa propia dibujaba, más que nada situaciones de mi vida cotidiana.
¿Para ti qué es el diseño?
Es el medio para expresar lo que pienso, lo que siento y lo que vivo. A partir de allí puedo comunicar a la gente mis ideas para que interprete, se entere o reaccione ante lo que hago. El diseño no es dibujo o editar en un programa. Cada trabajo lleva una parte de mí, en mí área se le denomina como: estilo.
¿Cómo fue tu paso por la UAM?
Fue accidental, yo quería estudiar Artes Visuales en la UNAM, sin embargo la vida me negó el acceso. Mi mamá fue quien metió mis papeles, después de un tiempo ingresé: renegando. Y una vez dentro la valoré. Es una joya que creo no está bien explotada, tiene muchas áreas de desarrollo que puedes explorar como la pintura, animación, audiovisual, gracias a ellas adquirí herramientas para defender mi trabajo ya sea en exposiciones o para un cliente en concreto.
¿Con qué material prefieres trabajar?
Con pluma, plumines, no uso lápices porque me ensucio plasmo todo en bocetos, posteriormente juego con los colores eso es cuando hago algo estético. Cuando mi arte es libre no hago trazos, puedo usar cera, caucho, chapopote.
¿Cuál es la emoción que te hace ser productiva?
Para mí todo se basa en la acción, en movimiento. Es lo que quiero manifestar, que mis pinturas no estén estáticas, que llamen la atención.
Platícanos un poco sobre tu cómic Mexicaneta…
Me encanta la Historia de México es mi fascinación. Nace como una propuesta mediante la cual los personajes encuentran sus principios mexicanos y sus valores en su vivir diario. La Mexicaneta es identificarte con tu cultura para poder valorarla y defenderla ante las invasiones que actualmente vivimos. Además también es un pretexto para ver como las nuevas generaciones se relacionan con los Baby Boomers o a la Generación X.
¿Te identificas con alguno de tus personajes?
De hecho soy un personaje, jajajajaja. Es curioso, casi todos tienen características de gente que conozco, que son parte de mi historia tanto trágicas como aventureras, incluso son personas con las que me relaciono. Me gusta jugar con las historias.
¿Tu travesía por el mundo del cómic fue casualidad?
Si empecé a los 10 años a hacer historias quería expresar lo que pasaba en mi cabeza, empecé a generar historias sobre mí y sobre mis amigos. Mi primera historia fue lo Súper Amigos, era muy divertido porque eran ellos quiénes hacían esas historias, tenían súper poderes.
¿Como artista a qué obstáculos te has enfrentado?
A la no valorización de mi trabajo. Muchas veces el público o el cliente no ven todo el background de realizar un dibujo, y aunque se vea simple no lo es tiene un proceso y un tratamiento. Trabajar con la idea, los sentimientos, lograr comunicarlos a través de la experiencia estética.
Si revisamos la Historia del Diseño Gráfico veremos que era una de las carreras mejor pagadas, sin embargo con la llegada de las computadoras el proceso de manufactura se ha acortado, pero el creativo sigue siendo el mismo y a partir de allí empezó a mal pagar el esfuerzo del diseñador. Quiero destacar que el esfuerzo es el mismo, sólo que las herramientas han cambiado.