Rafael Ángel Serrano Apanco (México, 1992). Ingresó a la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, en donde tuvo la oportunidad de trabajar con diferentes personas y áreas, desde la taxonomía de microalgas y de helechos, hasta la biotecnología para biorremediación con otra especie de microalga, para finalmente encontrar pasión en la Etnomicología, específicamente de hongos neurotrópicos.
Actualmente realiza sus investigaciones con comunidades indígenas de las faldas del volcán Popocatépetl. Es organizador y curador de eventos culturales en Colectivo La Luna, de los cuales destacan talleres y conferencias de divulgación científico-tecnológica.
Es responsable del proyecto Nanácatl, dedicado al rescate y difusión de tradiciones, usos y costumbres presentes en el conocimiento micológico cultural, mediante investigaciones etnomicológicas, además del desarrollo y difusión de técnicas de cultivo con tendencia a la autogestión.
Además es miembro de la Sociedad Mexicana de Micología, el Grupo Interdisciplinario para el Desarrollo de la Etnomicología en México, Fungorum y del Proyecto Ranchongo.
Hola Rafael, primero quiero agradecerte por aceptar llevar a cabo esta entrevista.
-¡Hola!, muchas gracias por abrir el espacio para la difusión de esta y otras formas de conocimiento. ¡Es un placer colaborar con ustedes!
El objetivo de las siguientes preguntas es mostrar tu trabajo y que la gente conozca qué es lo que se hace en México sobre todo respecto a la investigación científica.
Primero me gustaría iniciar con esta pregunta que considero esencial: ¿Por qué decidiste estudiar Biología?
Mis estudios en Biología empezaron sin una razón lógica, por una corazonada. Antes de entrar, no tenía idea de lo que me esperaba, elegí la carrera simplemente porque me sentía a gusto al entrar a mis clases en la preparatoria.
Desde la primaria, hacer tareas nunca me ha resultado muy placentero pero las de biología, al contrario, me gustaban. También sabía que el panorama era amplio y que sabía de algún modo que tendría la posibilidad para decidirme más adelante por algo más específico.
Quería elegir un campo que capturara mi atención y energía, algo a lo que realmente quisiera dedicarle parte de mi tiempo, aunque es cierto que antes de entrar no sabía lo que me esperaba realmente. Desconocía que el campo de estudio en esta ciencia fuese tan amplio como ahora lo percibo; aún me siguen sorprendiendo los alcances de esta ciencia.
Cuéntanos sobre tu trabajo de tesis ¿Qué es lo que haces?
Se trata de un trabajo de investigación etnomicológica, mi objetivo principal es describir y documentar el conocimiento, los usos y las prácticas de aprovechamiento y manejo que se tiene con los hongos neurotrópicos en comunidades de las faldas del volcán Popocatépetl.
Voy a las comunidades, estratégicamente seleccionadas, para crear vínculos con la gente, la cual ha estado en contacto constante desde tiempos muy antiguos y por muchas generaciones con dichas especies.
Ellos resguardan hasta nuestros días información muy valiosa, la cual se transmite de boca en boca. Estos saberes están en peligro de desaparecer. Hasta hace muy poco esta información era desconocida por nuestra cultura globalizada.
Estos saberes están en peligro de desaparecer. Hasta hace muy poco esta información era desconocida por nuestra cultura globalizada.
Los vínculos entre el hongo y la población me permiten compararlo con las premisas de los especialistas en el área, lo que ayuda a combatir la ignorancia a desmitificar información y conocer sus posibles aplicaciones, reducir riesgos y por qué no a acercarnos a otras formas de conocimiento y cosmovisiones.
En mis visitas realizo entrevistas a los habitantes y especialistas, además recorro la zona con los residentes, las largas caminatas me sirven para cuatro cuestiones:
- Conocer el ambiente en el que se desarrollan los hongos, es decir, mis objetos de estudio.
- Los días y forma de colecta.
- Sus posibles asociaciones con otros organismos.
- Hacer la identificación taxonómica de los ejemplares.
Así al regresar al laboratorio en la ciudad, analizo junto con mis colaboradores las muestras, documentamos y rescatamos la sabiduría del pueblo y lo condensamos con nuestros hallazgos.

Mis colaboradores en los derrumbes de las barrancas de una de las comunidades de estudio.
Platícanos, ¿cómo es la relación cultural y social que existe entre los hongos neurotrópicos y el hombre?
Es una pregunta difícil de contestar, porque no es como cuando le preguntan a uno cuál es el resultado de la suma de uno más uno, la respuesta siempre será dos, o al menos en este universo. Es por esto que a pesar de que no existe aún una definición universalmente aceptada de complejidad, describiría este tipo de relación cultural y social, como: relaciones complejas.
En los últimos años se han desarrollado investigaciones que muestran un enfoque integrativo el cual rompe con la compartamentalización tanto física como conceptual de la ciencia, que dificulta enormemente la imprescindible transferencia de conocimientos y que representan un complemento para la ciencia dominante hasta ahora es reduccionista, analítica y especializada y seguirá siendo útil e instrumental, pero los retos actuales demandan una ciencia para comprender procesos integrados, más que los componentes de los sistemas y sus comportamientos aislados.
Los hongos neurotrópicos están constituidos por muchas unidades interactuantes, como social, económica, cultural, farmacológica, política, entre muchas otras. Se generan bajo ciertas circunstancias, una fenomenología común y característica. En ella, sobresale la emergencia de nuevos patrones y procesos que trascienden las características de las unidades y componentes individuales, lo que quiere decir que el estudio no se desarrolla sólo de la profundización en un tema específico, sino que permite desarrollar y transferir entre distintas áreas de la ciencia y niveles de organización, enfoques y herramientas para la comprensión y eventual solución de problemáticas concretas, la relación socio-cultural de los hongos neurotópicos con el hombre, es sobre todo, respecto al uso y prácticas de aprovechamiento de los mismos, lo cual trasciende sus barreras meramente culturales y sociales, como en el caso de las prohibiciones político- religiosas es un ejemplo, el cual rebasa barreras culturales y sociales. Estas relaciones cuando se abordan, usualmente se analizan de manera aislada.
Para poder entender este tipo de relaciones; es importante notar la amplitud del panorama y que las relaciones que se dan son antiquísimas, aunque no se tienen evidencias del uso de hongos por las sociedades humanas primitivas, las de los primeros humanos, aquellos nómadas que viajaban en grupos familiares de cazadores recolectores; parece casi obvio que en sus sistemas de recolección y experimentación de su entorno, se empezaron a utilizar, probablemente, como alimento y posteriormente de manera ritual y medicinal.

Dibujos antropomorfos sosteniendo con su mano derecha lo que aparentemente son hongos. Pinturas rupestres halladas en la parte norte de África.
El “Desierto del Sahara” ha atravesado por drásticas variaciones climatológicas a lo largo de su historia geológica, por lo menos tres largos periodos de humedad se han identificado desde hace 20,000 años. En esta etapa existieron grandes lagos y bosques de coníferas y encinos. Hecho que seguramente permitía la existencia de diferentes y numerosas especies de hongos.
La evidencia más antigua del uso de hongos es gracias a algunas pinturas rupestres halladas en la parte norte de África, principalmente en Tassili y Argelia. En la Edad Media, el uso ritual de los hongos se vuelve objeto de persecución.
Los hongos en religiones y rituales se dio en las culturas mesoamericanas, se piensa que con ellos elaboraban banquetes a manera de ofrenda para sus dioses particularmente: Quetzatcoatl y Piltzintecuhtli.

Página 24 del Códice Vindobonesis | Sahagún al describir las costumbres de los aztecas en el libro Noveno escribió: “Hay unos honguillos en esta tierra que se llaman teonanácatl, comidos son de mal sabor… y emborrachan… a los que comen muchos de ellos provocan a la lujuria…”. Y en el libro Undécimo escribió: “La primera cosa que comían en convite, eran unos honguillos negros que ellos llaman nanácatl que emborrachan y hacen ver visiones y aun provocan a la lujuria”. La palabra nanácatl es náhuatl y significa hongo y teo quiere decir sagrado, por lo que, teonanácatl significa “el hongo sagrado”. También nanácatl significa carne, aludiendo a la contextura del hongo por lo que teonanácatl puede significar además “la carne de los dioses”.
Sobre los usos medicinales del hongo encontramos el tratamiento de la cefalea (‘dolor de cabeza’), el consumo de hongos en pacientes terminales para mejorar su calidad de vida ya que cura o disminuye la depresión. También tiene aplicaciones en casos de post-trauma e incluso para tratar el dolor de muelas o en microdosis para tratar enfermedades nerviosas.
En el Silicon Valley, por ejemplo, después del año 2000, aunque sigue siendo ilegal, se puso de moda su uso en microdosis, según los reportes genera un estado de lucidez y alerta, lo cual es comparado y debatido contra el uso de café por las mañanas el cual traería más daños graves a la salud.
Recordemos que en México, buena parte de las enfermedades son tratadas por curanderos y el hongo funge como medicamento. Gran parte de los resultados son satisfactorios para el paciente.

Hongos neurotrópicos colectados en una de mis comunidades de estudio, por uno de los habitantes locales para uso terapéutico-recreacional
Por todo lo anterior, es que al inicio de mi respuesta a esta pregunta, comenté que las relaciones culturales y sociales de los hongos neurotrópicos y el hombre son relaciones complejas y por esta razón, me gustaría terminar de responderla con un fragmento escrito en el libro La vida de María Sabina: la sabia de los hongos escrito por Álvaro Estrada en el que se muestra un relato de María Sabina hablando de los cantos de un personaje al que ella llama “el sabio Juan Manuel” y que dice:
…Era un lenguaje diferente al que hablamos en el día, era un lenguaje que sin comprenderlo me atraía…,
personalmente haciendo referencia a la relación hongo-hombre.
¿Crees que en México falta conocimiento sobre el estudio de hongos? ¿Por qué es necesario su estudio?
Sí, en definitiva hace falta mucho conocimiento micológico en México, aunque quiero aclarar que se trata de una situación general, algo que hace falta en todo el mundo, el reino Fungi ha sido olvidado por mucho tiempo, la biología es una ciencia relativamente nueva en comparación con otras ciencias.
La micología, encargada del estudio de los hongos, es una de las últimas ramas que se han desarrollado en esta ciencia; sin embargo en México se han formado muchos de los más grandes micólogos del planeta, específicamente en el campo de la etnomicología, la cual es aún más reciente. Hasta la fecha se han realizado un número importante de trabajos en todo el mundo, con México por delante en cantidad y calidad en los trabajos de investigación.
Cabe destacar que buena parte del conocimiento micológico se mantiene vivo entre la sabiduría popular y no está en la academia.
Cabe destacar que buena parte del conocimiento micológico se mantiene vivo entre la sabiduría popular y no está en la academia.
Los hongos permitieron la expansión de las plantas en el medio terrestre, cosa que si no hubiera sucedido, los animales, por lo menos de gran parte de los grupos conocidos en la actualidad, incluidos los mamíferos y con ellos nosotros mismos, no hubiéramos extinguido.
Se estima que más del 90% de las plantas tienen asociado un hongo, algunas plantas ni siquiera pueden germinar sus semillas o establecerse normalmente y crecer sin un hongo asociado. Las asociaciones micorrícicas no son muy notables a simple vista, pues se encuentran asociadas en las raíces de las plantas; hace poco se descubrió que un hongo es la especie biológica más grande del planeta, no se sabe con exactitud su tamaño pero ¡Se puede encontrar a lo largo de un bosque entero!, hay que recordar que lo que comúnmente conocemos como hongo, es su estructura de reproducción, como lo son las frutas en los árboles.
…un hongo es la especie biológica más grande del planeta
Al menos 10,000 enfermedades de plantas son causadas por hongos, lo cual tiene inevitablemente impacto sobre muchos de las plantas que son aprovechadas por nuestra especie, en algunos casos provocando pérdidas en diferentes sectores, pero en algunos otros, causando beneficios, ya sea tecnológicos, económicos, nutricionales, tal es el caso de Ustilago maydis (huitlacoche) que parasita las mazorcas de maíz, pero en lugar de causar un daño, produce un beneficio.
Por si fuera poco existen hongos de importancia médica, sea porque causan enfermedades, como los parásitos en humanos o por sus propiedades medicinales. Hay otras especies destacables, como algunas de hongos parásitos de insectos denominados entomopatógenos, conocidos así por su aprovechamiento para el combate de plagas.
Los hongos son fuente de muchos recursos para la humanidad, hacen mucho más amena nuestra estancia en el planeta, en estos tiempos en los que la vida de la especie humana se vuelve cada vez más sedentaria, se requieren muchos menos carbohidratos y más proteínas.
Los hongos son fuente de muchos recursos para la humanidad, hacen mucho más amena nuestra estancia en el planeta, en estos tiempos en los que la vida de la especie humana se vuelve cada vez más sedentaria, se requieren muchos menos carbohidratos y más proteínas.
En caso de los hongos carnosos poseen una tremenda cantidad de proteínas digeribles y de fibras, superiores a la carne, con un impacto ambiental casi nulo, además podemos aprovechar materias primas que en otros sectores se ven como residuos agroindustriales.
Curiosamente muchas hormigas centro y sudamericanas de los géneros Atta y Acromyrmex, cortan hojas y las llevan a sus hormigueros, no para comer, sino para cultivar hongos y luego alimentarse de ellos, una hembra alada por ejemplo, cargando inóculo de todos los hongos importantes en una estructura similar a un bolso en la parte posterior de su boca, establece una colonia de hormigas.
Las hormigas al igual que los hongos, como hemos visto no pueden faltarnos, pues cumplen un importante número de roles en los ecosistemas, por consecuencia su estudio siempre debe ser contemplado. Dicen por ahí que los hongos son como dios… ¡Están en todos lados!

Psilocybe zapotecorum creció en la madriguera abandonada de un animal.
¿Qué tan alejados estamos de poder cultivar hongos de especies nativas de México?
No estamos nada lejos. En la actualidad se han aislado especies silvestres, principalmente del genero Pleurotus (conocidas en México como setas u orejitas), género que engloba especies de importancia gastronómica, médica y terapéutica.
Gracias a los trabajos etnomicológicos que se abre camino al aprovechamiento y mejoramiento de los recursos fúngicos que muestran una cantidad impresionante y además diversa de especies potencialmente útiles para el planeta y nuestra especie.
Gracias a los trabajos etnomicológicos que se abre camino al aprovechamiento y mejoramiento de los recursos fúngicos que muestran una cantidad impresionante y además diversa de especies potencialmente útiles para el planeta y nuestra especie.
En diferentes regiones de México trabajamos por el aprovechamiento de especies de hongos silvestres, para ello ofrecemos capacitaciones, gestionamos proyectos de investigación, muchas de ellas nuevas, poco conocidas o simplemente, no aprovechadas. Además de empleamos, mejoramos y desarrollamos diferentes técnicas etnobiológicas y de micocultura.
Platícanos sobre los talleres y conferencias que das sobre divulgación científica ¿cómo la gente puede acercarse a tu proyecto?
Para la realización de algunas de estas actividades colaboro con diferentes grupos, como el Grupo Interdisciplinario para el Desarrollo de la Etnomicología en México (GIDEM). El proyecto autogestivo: Colectivo La Luna, la Sociedad de Investigación y Difusión de la Etnobiología (SIDET), el grupo para la divulgación y el estudio de la Micología: Fungorum, y próximamente con la Sociedad Mexicana de Micología (SMM).
La vinculación se hace siempre bajo el nombre de Hongos Nanácatl, proyecto del cual soy fundador, creado con el objetivo de crear redes productivas, mediante conferencias, talleres y asesorías en diversos temas de actividades, hablamos de temas variados, aunque personalmente, mi interés está en difundir esta relación olvidada por muchos: entre hongos y humanos, por eso ofrezco conferencias de micocultura y de etnomicología.
También cuento con capacitaciones teórico-prácticas para el cultivo de hongos y el aprovechamiento de especies silvestres. En regiones que consideramos vulnerables por diferentes aspectos, pero viables para el desarrollo de dichas actividades, se brindan gratuitamente los servicios. También ofrecemos capacitaciones para otros sectores de la población con mayores recursos económicos.
Las aportaciones monetarias son significativas pues nos ayudan a cubrir los gastos para la realización diaria de nuestro trabajo. En ocasiones aceptamos el trueque, pero la ayuda se hace más efectiva cuando podemos enfocarla hacia el desarrollo de la etnomicología.
¡Es increíble!, la gente que nos apoya recibe capacitación teórico-práctica de diferentes técnicas de micocultura, para la identificación de taxonómica de hongos, aislamiento, siembra, incubación, cosecha, almacenaje de diferentes especies de hongos, además de un acercamiento al área etnomicológica, recorridos micoturísticos, manuales y materiales de cultivo.
Si entre los lectores hay gente interesada en colaborar y aportar al proyecto mediante donación, voluntariado o intercambio, pueden ponerse en contacto conmigo, Rafael A. Serrano-Apanco, a través del correo electrónico hongosnanacatl@gmail.com

Persona capacitada por Hongos Nanácatl para el cultivo de hongos, la especie que muestra es Pleurotus ostreatus.
¿Algo más que te gustaría agregar?
La Etnomicología nace en la década de los 50’s, con los trabajos que Robert Wasson hizo de sus visitas a María Sabina en Huautla de Jiménez, Oaxaca.
En la actualidad la etnomicología es concebida como el área de la etnobiología, la cual se encarga de estudiar el saber tradicional, las manifestaciones e implicaciones culturales y ambientales que se derivan de las relaciones establecidas entre los hongos y el hombre a través del tiempo y el espacio.
Agradecemos mucho tu participación y tiempo.