Mi agradecimiento a quienes habéis hecho posible estos dos días, esta reseña y que la figura de Vicente Núñez siga paseando entre nosotros.
A principios de este mes de junio las calles de Aguilar de la Frontera, en Córdoba (España) se llenaron de una misteriosa cartelería (Fig.1).
Fig. 1. Primer cartel de la actividad.
El Ayuntamiento de Aguilar desde la página del Área de Promoción del Ayuntamiento fue subiendo a sus redes sociales dichos carteles.
Es raro ver un cartel que no te diga nada y te llame la atención así que he visto a gente preguntarse qué sería eso que anunciaban con el cartel negro. Las fechas se aproximaban a la Noche de San Juan, una noche de magia…
A los pocos días otro cartel (Fig. 2) apareció por las calles aguilarenses. En este se dejaba entrever algo más. Pero ¿el qué? Se veía un cuello cervantino y una imagen entrecortada…La curiosidad seguía en vilo y manteniendo intacto nuestro interés por saber qué actos se realizarían con esa cartelería.
Fig. 2. Segundo cartel de la actividad.
Finalmente, se presentó el cartel definitivo (Fig. 3) y su posterior programación oficial. (Fig.4).
Fig. 3. Cartel definitivo.
Fig. 4. El arte de la palabra. Programación actividades durante los días 24 y 25 de junio. Tomadas de: https://www.facebook.com/%C3%81rea-de-Promoci%C3%B3n-Ayto-Aguilar-de-la-Frontera-607127219343473/?fref=ts
Durante la presentación oficial[1] de El arte de la palabra, el alcalde de Aguilar de la Frontera, Francisco Juan Martín, hizo constar que: «Me complace las ganas de unir la palabra, arte y creación contemporánea, con los versos y con lo que inspira un poeta universal. Un poeta eterno que se mantiene en nuestro recuerdo».
Pilar Cabezas, Delegada de Cultura y Educación del Ayuntamiento manifestó que: «Se presenta un proyecto de impulso cultural dentro del campo de las artes plásticas en el que intervienen distintas disciplinas para la divulgación de las manifestaciones creativas actuales. Sirviendo la figura de Vicente Núñez como eje argumental de las actividades programadas».
Francisco Cabezas, Técnico de Cultura, añadió que «se incluyen dentro de ese recorrido tanto esculturas como murales, pinturas, graffitis con versos y sofismas que van entremezclados en ese itinerario para que se puedan entender ubicándolos en ese contexto».
El arte de la palabra recrearía el recorrido habitual del poeta aguilarense, Vicente Núñez, durante los días 24 y 25 de junio, desde su domicilio(Fig. 5) pasando por la Puerta de la Casa del Caballo Santiago, que es parte del imaginario literario del poeta; la Casa de Rafael Maldonado, para hablarnos de la infancia del poeta; la Puerta de la Casa de Calvo Rubio, de vuelta a los orígenes y la poesía terrestre; el Ayuntamiento de Aguilar, que era su lugar de trabajo y donde se encuadramos Ocaso en Poley; una visita en torno a la mesa del Tuta, el bar que era su lugar predilecto, en el que hablarían de la vida cotidiana del poeta y finalmente, la Torre del Reloj y el paso del tiempo.

Fig. 6. Vista interior de la casa de Vicente Núñez. Sala en la que escribía. Cedida por: Jesús Prieto Moreno.
A lo largo de todo el itinerario, como hemos mencionado anteriormente, se ha expuesto una muestra de diversos artistas aguilarenses durante estos dos días. Vicente Núñez nos ha dejado sus palabras. Sofismas, estos en forma de huella y algunos de sus poemas tanto en libros gigantes como colocados en sitios estratégicos nos indicaban el camino a seguir. (Fig. 7)

Fig. 7. Libros gigantes con poemas de Vicente Núñez en el centro de la Plaza de San José. Cedida por: Jesús Prieto Moreno.
Me cruzo con Pilar Cabezas, de nuevo, aprovecho entonces para que nos explique brevemente dicho itinerario.
Hola Pilar, cuéntanos ¿cómo se va a desarrollar el itinerario?
«Nos acompañan diversas obras de artistas aguilarenses como son Astin, Jorge López Ruiz, Antonio Cecilia, Juani, Antonio Quintero, Ricardo Llamas donde nos muestran expresados en distintas formas como graffiti, escultura, animación, pintura y escultura la figura y el arte de las palabras de Vicente Núñez.
El itinerario comienza en la casa de Vicente Núñez pasando por el Tuta y la Torre del Reloj recordando el recorrido habitual que realizaba Vicente Núñez. Señalizado por huellas con sofismas (Fig. 8) y como he mencionado anteriormente, por las distintas obras que nos acompañan este año. Terminando con el Recital poético a los pies de la Torre del Reloj».
El itinerario ha crecido considerablemente respecto a años anteriores así que me acerqué a Francisco Cabezas para preguntarle sobre las expectativas que se tienen desde el Área de Cultura del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera a la hora de realizar dicha actividad. «El acogimiento (Fig.9) que ha tenido por parte del público ha sido bastante positiva por lo que ha hecho que año tras año nos animemos. Este año, además, con lo que sería la ampliación y participación de seis artistas locales con su personal visión de todo lo que es Vicente Núñez va a enriquecer muchísimo y va a despertar la curiosidad entre los aguilarenses o gente de fuera que ha venido interesándose por la actividad», me responde.

Fig. 9. Entrada de la calle Don Teodoro. Transeúntes aguilarenses miran curiosos a su vecino, Vicente Núñez. Escultura de Ricardo Llamas.
Como Técnico de Cultura, lector y persona que conoció a Vicente Núñez, ¿qué desearías que este acto supusiera y motivara?
«El objetivo principal está muy claro: recordar a Vicente. Que Vicente sigue presente. Que Vicente es un elemento clave para el desarrollo de este pueblo. Que la cultura tiene que estar girando siempre en torno a la figura de Vicente Núñez. Esa es la idea básica que mueve todo lo que se hace en torno a esta figura. Cogiendo siempre el día 24, en la fecha de San Juan, porque coincide prácticamente con el aniversario de su muerte. Lo interesante sería que después quedara la percepción de la presencia ausente de Vicente, constantemente, en todas las actividades culturales de este pueblo».
Aún queda algo de tiempo para el recital poético, están con los últimos preparativos antes de que los primeros grupos se aproximen a la zona de la Torre.
Los artistas de la muestra se encuentran por la Plaza de San José, haciendo buen uso del tiempo comienzo mis indagaciones.
Antonio Quintero como artistas, ¿qué os une a Vicente Núñez y a ti?
No lo he conocido personalmente pero aún tengo el recuerdo de haberlo visto en su recorrido habitual. Como homenaje que se hace con este itinerario he realizado un retrato de Vicente Núñez (Fig.10) que tiene mucho de mí. Además de otros elementos recurrentes en sus obras como las golondrinas (Fig.12) y el paisaje de Aguilar (Fig. 11). En mi obra es algo a lo que recurro mucho, el paisaje de Aguilar. Se puede decir que coincidimos en ese amor a nuestro pueblo.
Antonio Cecilia, ¿qué ha representado Vicente Núñez para ti?
«Para mi Vicente fue un amigo al que encontré al dejar de buscarlo. En dos ocasiones tuve la suerte de ser escogido como compañero de tertulia en sus monólogos, comenzamos a las 10 de la mañana y a las 6 de la tarde tuve que decirle «Vicente ya me voy». Borracho de sensaciones y de vino, todavía intento entender muchas de las cosas que me dijo. Conté con su amistad y reconoció mi trabajo artístico (Fig. 13-18), me regaló sus libros firmados y lo más importante, fue mi amigo».
Astin, háblame sobre tu aportación. (Fig. 18)
Lo que he querido hacer ha sido una composición que se corresponden con diferentes edades de cuando él se venía al Tuta porque tengo el recuerdo de haberlo visto pasar desde el balcón. He recurrido a algunas fotografías para recrear las posturas como por ejemplo la de fumar, como se dejaba caer la mano en la cara en la mesa del bar que debía estar pensando en sus cosas. Traspasarlo a algo más moderno, con las técnicas más modernas, como es el graffiti y aerografía (Fig. 18) que es a lo que yo me dedico, en este caso, sobre cartón. Que desde lejos parece un retrato pero desde cerca se ve lo que es.
Tu contribución (Fig. 19) Juani, Juan Gama, a El arte de las palabras es una de las que dejan huella, nunca mejor dicho, ¿por qué has decidido aportar esta obra?
«He decidido hacer esta obra porque cuando vi el nivel de mis compañeros yo dije, aquí hay que hacer algo que de lo que sepa. De lo que yo sé es de animación, es decir, de dibujos animados. Lo que he intentado es transformar un libro de Vicente, que para mí ha sido muy importante, Ocaso en Poley que fue Premio de la Crítica Literaria en 1982 creo recordar, y a través de una serie de dibujos convierto ese libro en una golondrina».
«Como algo alegórico a su Cántico, que precisamente me lo han puesto debajo, «el que pasa ignorado por los arcos del mundo». Personalmente, creo que él se sentía un poco así, que los arcos del mundo eran los arcos de la Plaza de San José donde estamos ahora mismo. Se podría sentir ignorado como una golondrina que puede pasar mil veces por aquí o cruzarse por los arcos de esta plaza. Se me ocurrió llevarme a mi campo esa idea, en blanco y negro, lo más esquemático posible el libro de Ocaso en Poley (Fig. 21) que se anima, sale volando y se transforma en una golondrina que pasa por el arco de la calle Ipagro».
Ricardo Llamas, ¿cómo fue tu relación con Vicente y cómo has interpretado la figura de Vicente en este itinerario?
«He pretendido traer la figura de Vicente a las calles de Aguilar, su recorrido siempre era el mismo desde su casa al Tuta y poco más. Pero su figura era parte del urbanismo de Aguilar como las casas palacio, la Torre o La Parroquia. Vicente era una partida importante de lo que era la visión de Aguilar en su momento. Era muy amigo de Vicente, sigo siéndolo porque Vicente sigue estando entre nosotros con su poesía, su forma de ser y de interpretar la vida. Hemos tomado copas juntos y casi no me ha hecho falta recurrir a fotografías para recrear su figura ni sus posturas. No he querido hacer un retrato sino un esbozo de la figura de Vicente Núñez (Fig. 22-24) andando, caminando, con el cigarro, con el paquete de Goya en la mano, con el libro, sentado con su copa de vino».

Fig. 23. Figura de Vicente Núñez en el Tuta con su cata de vino y el libro en la mano. Obra de Ricardo Llamas.
Durante el recital poético situado a los pies de la Torre del reloj, soy una de las rapsodas. Mi narración no será de espectador en esta ocasión, será la primera vez que recite en público y será de la mano de unos versos de Vicente Núñez en un entorno irremplazable.
Pilar Cabezas, inaugura (Fig.25) el recital presentando dicho acto agradeciendo la colaboración de Diputación Provincial, el apoyo de la Fundación Rafael Botí y La Caixa así como a nombre a nombre cada uno de los participantes, tanto músicos que acompañan como rapsodas que pondrán voz a las líneas del poeta aguilarense para que una vez más, la voz de Vicente resuene en Aguilar.

Fig. 25. Pilar Cabezas, Delegada de Cultura y Educación inaugurando el Recital. Cedida por: José Antonio Maestre Yago.
Ricardo Llamas pone voz al guión de la vida de Vicente Núñez y a su obra. Mientras este avanza, suena la música (Figs. 26 y 27): Gymnopedie de Erik Satie, Morgenstimmung de Edvard Grieg, Oblivion de Astor Piazzolla, Gabriel’s Oboe “La misión” de Ennio Morricone, Hallelujah de L. Cohen y Largo from Xerses de G.F. Handel.
Las rapsodas (Figs. 26 y 27) ponen voz a sus obras: Elegía a un amigo muerto, Los días terrestres, Poemas ancentrales, Ocaso en Poley, Las epístolas a los ipagrenses, Teselas para un mosaico, Otros poemas y una selección de sofismas.
Tras concluir el recital, se inició una mesa redonda (Fig.28) donde los asistentes nos descubren a un Vicente cercano, «amigo de sus amigos, muy vitalista y observador», según su sobrina Vicenta Márquez nos cuenta al comienzo.
Además Vicenta Márquez Núñez, nos regaló una de las anécdotas del poeta: «En el patio que hoy habéis visitado solíamos ponerle, en primer lugar, la maceta que en ese momento trascendía. Sobre todo la albahaca» en una escena con su hermana Vicente Núñez descubre que hay dos tipos de albahaca, la fina y la basta «a partir de ahí, fue cuando escribió el poema La albahaca». Descubrimos aquí a un Vicente Núñez que hace de sus hallazgos diarios una composición poética.

Fig. 28. Mesa redonda. Participantes de izquierda a derecha: Javier Duque, Ricardo Llamas, Vicenta Márquez, Francisco Cabezas, Antonio Ruiz.
Con Antonio Ruiz, desentrañamos a un Vicente de una personalidad magnética, a un encantador de las letras y las artes por su inmenso conocimiento. Afirmaba así que «Tenemos una suerte inmensa por tener a Vicente», que «la cultura la guardaba para él y para quien él quería» aunque nos dejó una buena porción con sus letras aquí. Continuaba asegurando que «tuve la suerte de que me eligiera como amigo y compañero». «Ahora me siento que fui con él como un Sancho Panza detrás de él». Con Ricardo Llamas se confirma aún más ese amor por la filosofía, el arte, la física: «Ver una figura que rompía con todos los esquemas de un pueblo de la campiña, en esa época, ver la figura de Vicente por la calle ya era extraño». Ricardo corrobora ese magnetismo intelectual que Vicente Núñez desprendía «había que intentar llegar a Vicente». Pasar tiempo con él, era como asistir a clase, así tanto Antonio Ruiz como Ricardo Llamas nos cuentan de esas lecciones. Ricardo Llamas constata así: «También empecé a ir a clase con él, escuché nombres que jamás había escuchado y después estudié». Vicente Núñez ha sido, y aún es, un referente cultural para los aguilarenses.
Javier Duque nos aporta una perspectiva profesional del poeta. Una perspectiva desde fuera, situándolo como «uno de los grandes poetas, españoles y andaluces, de la segunda mitad del siglo XX». Además de reconocer el uso de las técnicas de composición literaria, Javier Duque verifica que «él era un escritor extraordinario». Nos topamos ahora con un Vicente Núñez al que se le reconocen sus creaciones, siendo un escritor de culto. A ese poeta que aspiraba a la poesía deseada y no escrita, a ese autor que toca diversos temas utilizando toda su creatividad que muestra una visión distinta de las cosas.
Los actos culminan con un concierto de la Banda Municipal de Música (Fig. 29) donde sonará el Himno de Aguilar de la Frontera al finalizar.
Durante estos dos días, la presencia ausente de Vicente paseó por las calles de Aguilar, entre sus paisanos, se cruzaban las palabras que nos dejaron marcadas (Fig.30). El arte de la palabra ha hecho que su figura ande, que vuelva estar grabado fumando, que su imagen sea recordada, que sus páginas vuelen libres como golondrinas y no sea «ignorado por los arcos del mundo». Sus paseos se han recorridos de nuevo, por otros pasos, pero mientras tanto, mientras alguna melodía sonaba, sus líneas hacían eco a los pies de la Torre del Reloj.
[1] Visualizada a través de: http://www.reclinada.tv/