Pinceladas de Verdad: El Arte como Testigo y Cronista

Es una escena desesperante: la expresión de los rostros muestra pánico, tristeza y, en algunos casos, una chispa de esperanza. Algunos hombres se han quitado la camisa para hacer señales de auxilio; un anciano, sin aliento ni fe, abraza a su hijo muerto; la balsa se ve diminuta ante los cuerpos que yacen sobre ella, mientras, otros personajes se abren paso apartando a los pocos sobrevivientes, intentando hacerse notar. Una parte de la madera de la balsa tiene restos de sangre, hay retazos de tela y fragmentos de cuerpos que ya no conservan forma humana. El mar está agitado y grandes olas se levantan alrededor de la pequeña embarcación, pero lo más impactante es la desesperanza reflejada en los rostros al ver alejarse a un navío, su única posibilidad de salvación, condenándolos a ese infierno en alta mar.

La escena corresponde a la historia del barco francés «La Méduse», uno de los sucesos más espeluznantes de la historia de Francia. La embarcación naufragó frente a las costas africanas, y un pequeño grupo de pasajeros sobrevivió gracias a una balsa improvisada. Un barco de la marina francesa avistó a los náufragos, pero no los rescató. Los sobrevivientes padecieron hambre, sed, insolación y enfermedades; muchos murieron y los que resistieron lo hicieron alimentándose de los cadáveres. Durante un tiempo, la historia fue censurada por el gobierno francés. El pintor Théodore Géricault decidió plasmar este acontecimiento en una obra monumental. Tras dos años de prohibición para exponerla, finalmente se presentó en el Salón Oficial.

Este episodio ilustra claramente el papel del artista como cronista a lo largo de la historia, movido por la necesidad de no dejar en el olvido los hechos vividos.

Théodore Géricault, La balsa de la Medusa 1819, óleo sobre lienzo, 491 cm × 717 cm

Théodore Géricault, La balsa de la Medusa 1819, óleo sobre lienzo, 491 cm × 717 cm

Géricault actuó como un auténtico reportero para crear su obra. Antes de comenzar a pintarla, llevó a cabo una intensa investigación: entrevistó a sobrevivientes, visitó la morgue para estudiar el color y la textura de la piel muerta, y construyó una réplica detallada de la balsa para facilitar su representación. Al igual que una nota informativa, un reportaje o un artículo, esta pintura denuncia un hecho de injusticia que fue silenciado por la prensa oficial.

Antes de comenzar a pintarla, llevó a cabo una intensa investigación: entrevistó a sobrevivientes, visitó la morgue para estudiar el color y la textura de la piel muerta, y construyó una réplica detallada de la balsa para facilitar su representación.

El arte como memoria y denuncia

A lo largo de la historia, los artistas han utilizado su mirada crítica para denunciar, promover, cuestionar o inmortalizar hechos trascendentales. Mucho antes de que existiera la cámara fotográfica como herramienta para capturar la realidad, el pintor era el testigo visual que observaba y representaba lo sucedido.

“Debemos a los artistas el crédito por haber inventado el periodismo —o algo similar— en las culturas antiguas. Durante siglos, el arte visual fue el medio de comunicación para las masas. En la Edad Media, muchas personas no sabían leer, así que la pintura transmitía las noticias importantes sobre religión y política”.[1]

El arte ha registrado momentos que revelan modos de vida, usos, costumbres, hechos históricos, rostros y batallas ganadas. Las obras de muchos artistas han dejado una constancia material de acontecimientos que impiden olvidar injusticias, atrocidades, personajes, paisajes o momentos de libertad y victoria.

Según Henri Bergson, “el arte es solo una visión más directa de la realidad”. Incluso desde un nivel elevado de análisis, las artes visuales cumplen una función social y comunicativa”.[2]

La rendición de Granada, Francisco Pradilla y Ortiz, 1882, óleo sobre lienzo 330 cm × 550 cm

Un poco de historia

Para D. A. Dondis, la experiencia visual es fundamental en el aprendizaje y en la comprensión del entorno. La información visual constituye el registro más antiguo de la historia humana. Las pinturas rupestres son el reportaje más antiguo conservado, mostrando cómo veían el mundo los hombres de hace más de 30.000 años.[3]

Durante la época romana, se inmortalizaron las procesiones triunfales que incluían pinturas que narraban visualmente las victorias en batalla. El mosaico de Issus, por ejemplo, representa una batalla en la que Alejandro Magno buscaba llegar a Darío para capturarlo. En Pompeya, aún se conservan representaciones pictóricas de escenas cotidianas, equivalentes a una crónica periodística.[4]

La batalla de Issus o el Mosaico de Alejandro, Casa del Fauno Pompeya.


Es en el siglo XIX cuando los artistas comienzan a abordar con mayor frecuencia temas noticiosos, en respuesta a la magnitud de los hechos y como contribución a la memoria colectiva en un tiempo de grandes transformaciones sociales.

¿Por qué la obra pictórica de un artista puede considerarse como noticiosa?

Según el Dr. Kevin G., “la comunicación visual ha existido desde la antigüedad. Las imágenes visuales proveen gran cantidad de información. Se estima que la mayor parte del conocimiento se adquiere visualmente y que incluso el pensamiento se da en forma visual, según lo afirman varios filósofos”.

Quien sabe leer imágenes comprende que los mensajes visuales están presentes tanto en los medios informativos como en el arte y la vida cotidiana. Cualquier acontecimiento visual es una forma con contenido, y ese contenido está influido por elementos como el color, la textura, la proporción y su composición.

De acuerdo con el Manual de Periodismo de Vicente Leñero y Carlos Marín, “la noticia es el género que nutre a todos los demás y cuyo propósito único es dar a conocer hechos de interés colectivo. “En la noticia se informa el hecho”. En los ejemplos que veremos a continuación, esto se cumple, pues las obras reconstruyen los hechos, los informan y los interpretan con rigurosidad casi documental.

Cualquier acontecimiento visual es una forma con contenido, y ese contenido está influido por elementos como el color, la textura, la proporción y su composición.

Voceros de los hechos

Jacques-Louis David, después de la revolución francesa, pintó el asesinato de Jean-Paul Marat, quien fue acuchillado en su baño por Charlotte Corday. La partidaria Charlotte mató a Marat porque creía que era uno de los culpables del reino del terror.

Jacques-Louis David, óleo sobre lienzo, La muerte de Marat, 1793, 165 cm x128 cm

En el año 1875, el pintor norteamericano Thomas Eakins recibió mucha crítica por haber inmortalizado los detalles de una mastectomía en 1889 y la controversia fue notable en la época al pintar una mujer semidesnuda frente a varios caballeros.

The Clinic of Dr. Agnew Técnica: óleo (214 x 300 cm.) 1889

El español Francisco de Goya pintó un fuerte relato de las ejecuciones del 2 de mayo de 1808, unos seis años después de haber ocurrido. Los madrileños fueron fusilados sin proceso, en un campo cercano, después de un alboroto en contra de los soldados franceses. Así como el buen reportaje interpreta la realidad con fuerza y ánimo, estas pinturas son interpretaciones desde un específico punto de vista.

Francisco de Goya, Los fusilamientos del monte de Príncipe Pio,óleo sobre lienzo  1814, 2,68 x 3,47 metros

En el año 1824, Eugene Delacroix pintó un relato de la hecatombe durante la guerra entre Grecia y Turquía. Los turcos juntaron a toda la población de la isla de Chios, unas cien mil personas, y mataron al menos a 25 000 personas, mientras que 45 000 griegos fueron vendidos como esclavos. Fue la matanza más grande de casi toda la historia humana. Otro pintor romántico, J.M.W. Turner, pintó la destrucción por fuego de las casas del parlamento inglés en el año 1835.

Eugene Delacroix Francia 1824 Escenas de las masacres de Scio óleo (417 × 354 cm)

J.M.W. Turner, incendio del parlamento, óleo sobre lienzo 92 cm x 123 cm 1834 

En el año 1849, Gustave Courbet presentó Un entierro en Ornans, pintado en un lienzo grande que manifiesta al papel de la Iglesia como autoridad social, pero muestra también las tensiones internas de esta sociedad y sus ambigüedades.

Entierro en Ornans Gustave Courbet 1850 Óleo sobre lienzo 315 × 668 cm

El periodista Honoré Daumier hizo muchas caricaturas políticas, y fue encarcelado muchas veces durante su carrera como caricaturista. Sus pinturas de la gente en los compartimentos del tren son hechos de mucho interés que dan cuenta de esta preocupación. Daumier grabó no sólo la descripción sino también un comentario político sobre la vida de las personas de clase baja.

Honoré Daumier, Le Wagon de troisième clase. Francia, 1864 Técnica: Óleo (65,4 x 90,2 cm.)

Guernica, fue pintada por Pablo Ruiz Picasso (1881-1973), en 1937. El título de esta obra alude a un episodio concreto de la Guerra Civil española: el bombardeo de la población vasca de Guernica, que tuvo lugar el 26 de abril de 1937. Fue un episodio gratuitamente cruento, no había razones aparentes que justificaran el ataque de una pequeña ciudad como aquella, sin especial valor militar, poblada entonces casi exclusivamente por mujeres, niños y ancianos, ya que los hombres se encontraban en el frente. [5]

Guernica óleo sobre lienzo de lino y yuta, de 776,6 cm de largo y 349,3 cm de alto. 1937

El arte y los géneros periodísticos

El arte ha reflejado todas las áreas del periodismo y como muestra, los siguientes ejemplos de cómo cada artista, desde su interés ha colaborado para mostrar un hecho:

  • Ciencia y tecnología: Leonardo da Vinci, con sus estudios anatómicos y bocetos de máquinas.

Leonardo Da Vinci, L´uomo vitruviano. 1492. Tinta. 34,4 cm × 25,5 cm

  • Política: Caricaturas de Guadalupe Posada, con crítica social y política.

José Guadalupe Posadas. Gran Calavera Electrica 1900-1913 Grabado sobre tela (21,4x34cm) Biblioteca del Congreso.

  • Sociales: Retratos de Tiziano, Rubens y Velázquez, donde se destacan aspectos psicológicos o de poder.

Retrato de la dama de honor a la infanta Isabel, de Peter Paul Rubens. 1623 a 1626

Tiziano Vecellio, Carlos V en la Batalla de Mühlberg 1548 óleo sobre lienzo.

  • Nota roja: Frida Kahlo con Unos cuantos piquetitos, basada en un feminicidio real.

Frida Kahlo, Unos cuantos piquetitos, Óleo (48 x 38 cm.) México, 1935

Crónica: Las representaciones de plazas, cocinas o haciendas con sus haceres cotidianos de José Agustín Arrieta y las representaciones de fenómenos y los paisajes naturales del Dr. Atl.

Gerardo Murillo Cornado Paricutín, ca. 1943 Atl colors y óleo / cartón 72 x 93 cm

José Agustín Arrieta, La Sorpreza, 1850, oil on canvas, 69.5 x 93 cm (Museo Nacional de Historia, INAH, Mexico City)

Estos son sólo algunos ejemplos de la capacidad crítica que el ojo inquisitivo del artista ha inmortalizado. Actualmente existen obras más conceptuales que podrían ser objeto de otro análisis. Por el momento, reflexionemos sobre todas aquellas obras que hemos observado sin saber, tal vez, que conservan un hecho, una injusticia o una denuncia que no calla pese al tiempo que ha transcurrido.


[1] D. A. DONDIS, La sintaxis de la imagen, Disponible en: http://www.uv.mx/personal/lenunez/files/2013/06/D._A._Dondis-_Sintaxis_de_la_Imagen.pdf

[2] Barnhurst, Dr. Kevin G. (1998): Periodismo visual (Infografía) – 5.: Disponible en la siguiente URL: http://www.lazarillo.com/latina/a/62kev.vis.htm

[3] D. A. DONDIS, La sintaxis de la imagen, Disponible en: http://www.uv.mx/personal/lenunez/files/2013/06/D._A._Dondis-_Sintaxis_de_la_Imagen.pdf

[4] Barnhurst, Dr. Kevin G. (1998): Periodismo visual (Infografía) – 5.: Disponible en la siguiente URL: http://www.lazarillo.com/latina/a/62kev.vis.htm

[5] http://homines.com/arte_xx/guernica/index.htm

Una respuesta a “Pinceladas de Verdad: El Arte como Testigo y Cronista

  1. Fantástica narración y después de haber podido leer esto me vuelve una fanática del arte ya que no había visto la pintura como una fuente de periodismo a lo largo de los siglos, hasta ahorita después a ver leído y visto estos cuadros me quedo impresionada de todo lo que en su momento no podía ver en una obra de arte.

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